Harry Clarke nació en Dublín en 189.. Se dedicó al diseño, la decoración y las vidrieras. Era seguidor de Audrey Beardsley y Arthur Rackham, especilmente del primero aunque su estilo llega a ser más recargado y barroco.
A su muerte, acaecida en Suiza en 1931, su obra era considerada como el canto de cisne del decadentismo.Clarke ilustró magistralmente a Andersen, Perrault, Colerigde y el Fausto de Goethe, y sobre todo magistralmente a Poe.
Sus dibujos sobre los cuentos de Poe ponen los pelos como escarpias. Mirando su extensisima obra, una se queda maravillada de lo poco conocido que es este autor para el gran público. Yo misma que soy fan fan de Poe no le conocía, fue a raiz de un libro que le mencionaba que llegó a mi oídos esté fantástico y fantasmagórico autor. Fantasmagórico porque su obra está impregnada de esa decadencia romántica de finales del XIX y de esa fatalidad que emana como la niebla de Londrés de la literatura más barroca y tenebrista del momento.
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